De izquierda a derecha: Oscar Campo, Luis Ospina, Oscar Muñoz, una señora de teatro, Pakiko Ordoñez, Ramiro Arbeláez, Hernando Guerrero. Tomada el 31 de Enero de 2009, en el patio de lugar a dudas .
Sobre el gótico tropical
Una entrevista a Ramiro Arbeláez
M.R.\ Lo que queremos saber es -como ustedes fueron los que de alguna manera acuñaron el término gótico tropical- por un cierto gusto por el cine de terror, nos gustaría saber como lo abordaron para hablar de unas cuestiones de la realidad de Cali, o del Valle, o de Colombia.
R.A.\ Eso lo ha explicado mejor Luis Ospina en una entrevista. Digamos que las primeras sistematizaciones o racionalizaciones sobre lo que se hacía en ese momento, reconocieron a la literatura de terror y al cine de terror como influencias. No sólo en el caso de Andrés Caicedo en términos de literatura, sino también en el caso de Luis Ospina y Carlos Mayolo, quienes también expresaban que ellos eran lectores del genero de terror en literatura y visitantes consuetudinarios de las películas del género de terror. Es decir, hubo una conciencia sobre los gustos, las inclinaciones estéticas de ese grupo que se nombraron primero como gusto por el género de terror cinematográfico y literario, antes que llegar a formularse la expresión gótico o gótico tropical.
De hecho el terror es hijo directo del género gótico. Entonces la pregunta sería: ¿Cuál es la justificación de “implantar” -digamos así entre comillas- aquí un género que no había nacido en estos confines? Pues yo creo que hay una explicación: primero, el tipo de relaciones humanas que se daban acá. Luis Ospina dijo en alguna entrevista sobre Pura Sangre, que el vampirismo de su película -que no es otra cosa que chupar la sangre de otro- de alguna manera también es una homología de la relación económica: cuando hay explotación económica, hay vampirismo. Eso por un lado, pero también hay una relación de clases. En la literatura de terror siempre hay un señor feudal que se aprovechaba de los campesinos, que eran los siervos de la gleba. Acá hay una clase social que de alguna manera actúa como un vampiro de unos trabajadores que explota. Pero además de eso, también ocurrían historias, leyendas, o anécdotas que vuelven a plantear esa relación clasista: la historia del monstruo de los mangones -que apareció antes de que alguien hubiera escrito sobre eso, es una historia verídica que padecimos los adolescentes o habitantes de Cali en esa época, los años sesentas. Aparecían cadáveres de niños sin una sola gota de sangre en mangones de la ciudad y se decía que eran víctimas de alguien de la clase alta que necesita su sangre y que usaba intermediarios para cazar a sus víctimas. Cuando teníamos como entre 9 y 14 años -perdón por el paréntesis, pero yo me acuerdo que en esta casa a mi me ordenaban frecuentemente: éntrese!* Y cerraban esa verja, que no quedaba donde está ahora sino más allá. Nos decían que cerca de aquí, en esa loma había aparecido uno de esos niños y había aparecido otro cerca del barrio Versalles, donde vivía Luis.
Entonces Luis Ospina, cuando recrea eso en Pura Sangre, está siendo fiel a la tradición oral. La historia del monstruo de los mangones implica una relación vampírica. Entonces digamos la implantación aquí del cine de terror está más que justificada. Es lícito hacer y hablar del terror en ese sentido. Pero igual también se daba una fascinación por el género mismo. Ya no por el hecho de que lo justificara la realidad caleña o colombiana, o la realidad, digamos, adolescente o juvenil de esa época, sino porque el género por sí mismo era chévere, se disfrutaba el miedo, nos gustaba y no necesitábamos leer allí nuestra realidad. Era bueno por sí mismo. Y no era que gustara sólo en Cali, también sucedía en muchas partes del mundo, por eso era un género popular dentro del cine y tenía éxito comercial. Lo que pasó fue que cuando Andrés comienza a escribir sobre eso (Destinitos fatales), o cuando más tarde se hacen películas que plantean ese tipo de ambientes e historias, entonces uno se da cuenta que esa fascinación dejó una herencia, una huella, una sensibilidad, una proclividad que puede ser consecuencia de esas lecturas, de esos gustos. Para resumir, me parece que por muy traído de los cabellos que inicialmente pueda parecer el género de terror o el gótico al “ implantarlo” en este territorio, sí hay una justificación , es lícito.
M.R.\ Por qué crees vos que había esa ambición o esa intención por mitificar todas esas cosas que estaban pasando en Cali -en esa época había mucha gente que miraba la realidad social desde un punto de vista documental-, porque hay ese impulso por mirarlo todo como un mito.
R.A.\ No, ¡no había la intención de mitificar! Mejor, eso pudo haber sido una consecuencia de la acción del grupo, y seguramente más que de la acción del grupo, de los seguidores de ese grupo, y no solamente en Cali sino en otras partes, en donde el mismo grupo comenzó a ser una especie de mito. Ni de mitificar, ni de mistificar. Creo que era una fascinación por ciertas cosas de la literatura, y del género de terror, que de alguna forma sirvió para sensibilizar hacia ese tipo de relaciones, ese tipo de figuras, ese tipo de ambientes, ese tipo de situaciones -donde siempre hay una víctima y un victimario- que de hecho se daban en la realidad nuestra. Entonces, los que escribían e imaginaban guiones también pensaban en eso; pero que haya habido la intención de mitificar ¡no! simplemente de producir literatura, de producir poesía, de producir cine. Los que mitifican vienen después, mitifican una época, se habla del "Caliwood". El que inventó o usó esa palabra para caracterizar la realidad fue un exagerado, porque si usted cuenta las producciones de cine que se hicieron en esa época nos caben en estos dedos; allí sí hay una mitificación que viene de la exageración.
M.R/ ¿Y qué consideraciones tienes al respecto de ese mito que se formó alrededor de ustedes?
R.A./ Yo no estoy de acuerdo con la denominación "Caliwood", prefiero la de "grupo de Cali" porque "Caliwood" te da la impresión que es una fábrica de películas semejante a Hollywood. Es razonable decir que la Veracruz, en la São Paulo de los años 50, era una wood, Brasilwood o Saopaulowood, eso si era una producción industrial de películas. Pero acá, que hicimos producciones artesanales, eeehhh, con mucha dificultad se hicieron en esa época 6 ó 7 largometrajes (risas). Eso si es un producto de la mitificación, y uno de los que ayudó mucho a eso –perdón, que esto que no vaya a ser publicado- fue Sandro Romero, porque Sandro Romero sí tenía una fascinación por Andrés, por su literatura, por Luis, por las ideas de Mayolo.
M.R.\ Lo que queremos saber es -como ustedes fueron los que de alguna manera acuñaron el término gótico tropical- por un cierto gusto por el cine de terror, nos gustaría saber como lo abordaron para hablar de unas cuestiones de la realidad de Cali, o del Valle, o de Colombia.
R.A.\ Eso lo ha explicado mejor Luis Ospina en una entrevista. Digamos que las primeras sistematizaciones o racionalizaciones sobre lo que se hacía en ese momento, reconocieron a la literatura de terror y al cine de terror como influencias. No sólo en el caso de Andrés Caicedo en términos de literatura, sino también en el caso de Luis Ospina y Carlos Mayolo, quienes también expresaban que ellos eran lectores del genero de terror en literatura y visitantes consuetudinarios de las películas del género de terror. Es decir, hubo una conciencia sobre los gustos, las inclinaciones estéticas de ese grupo que se nombraron primero como gusto por el género de terror cinematográfico y literario, antes que llegar a formularse la expresión gótico o gótico tropical.
De hecho el terror es hijo directo del género gótico. Entonces la pregunta sería: ¿Cuál es la justificación de “implantar” -digamos así entre comillas- aquí un género que no había nacido en estos confines? Pues yo creo que hay una explicación: primero, el tipo de relaciones humanas que se daban acá. Luis Ospina dijo en alguna entrevista sobre Pura Sangre, que el vampirismo de su película -que no es otra cosa que chupar la sangre de otro- de alguna manera también es una homología de la relación económica: cuando hay explotación económica, hay vampirismo. Eso por un lado, pero también hay una relación de clases. En la literatura de terror siempre hay un señor feudal que se aprovechaba de los campesinos, que eran los siervos de la gleba. Acá hay una clase social que de alguna manera actúa como un vampiro de unos trabajadores que explota. Pero además de eso, también ocurrían historias, leyendas, o anécdotas que vuelven a plantear esa relación clasista: la historia del monstruo de los mangones -que apareció antes de que alguien hubiera escrito sobre eso, es una historia verídica que padecimos los adolescentes o habitantes de Cali en esa época, los años sesentas. Aparecían cadáveres de niños sin una sola gota de sangre en mangones de la ciudad y se decía que eran víctimas de alguien de la clase alta que necesita su sangre y que usaba intermediarios para cazar a sus víctimas. Cuando teníamos como entre 9 y 14 años -perdón por el paréntesis, pero yo me acuerdo que en esta casa a mi me ordenaban frecuentemente: éntrese!* Y cerraban esa verja, que no quedaba donde está ahora sino más allá. Nos decían que cerca de aquí, en esa loma había aparecido uno de esos niños y había aparecido otro cerca del barrio Versalles, donde vivía Luis.
Entonces Luis Ospina, cuando recrea eso en Pura Sangre, está siendo fiel a la tradición oral. La historia del monstruo de los mangones implica una relación vampírica. Entonces digamos la implantación aquí del cine de terror está más que justificada. Es lícito hacer y hablar del terror en ese sentido. Pero igual también se daba una fascinación por el género mismo. Ya no por el hecho de que lo justificara la realidad caleña o colombiana, o la realidad, digamos, adolescente o juvenil de esa época, sino porque el género por sí mismo era chévere, se disfrutaba el miedo, nos gustaba y no necesitábamos leer allí nuestra realidad. Era bueno por sí mismo. Y no era que gustara sólo en Cali, también sucedía en muchas partes del mundo, por eso era un género popular dentro del cine y tenía éxito comercial. Lo que pasó fue que cuando Andrés comienza a escribir sobre eso (Destinitos fatales), o cuando más tarde se hacen películas que plantean ese tipo de ambientes e historias, entonces uno se da cuenta que esa fascinación dejó una herencia, una huella, una sensibilidad, una proclividad que puede ser consecuencia de esas lecturas, de esos gustos. Para resumir, me parece que por muy traído de los cabellos que inicialmente pueda parecer el género de terror o el gótico al “ implantarlo” en este territorio, sí hay una justificación , es lícito.
M.R.\ Por qué crees vos que había esa ambición o esa intención por mitificar todas esas cosas que estaban pasando en Cali -en esa época había mucha gente que miraba la realidad social desde un punto de vista documental-, porque hay ese impulso por mirarlo todo como un mito.
R.A.\ No, ¡no había la intención de mitificar! Mejor, eso pudo haber sido una consecuencia de la acción del grupo, y seguramente más que de la acción del grupo, de los seguidores de ese grupo, y no solamente en Cali sino en otras partes, en donde el mismo grupo comenzó a ser una especie de mito. Ni de mitificar, ni de mistificar. Creo que era una fascinación por ciertas cosas de la literatura, y del género de terror, que de alguna forma sirvió para sensibilizar hacia ese tipo de relaciones, ese tipo de figuras, ese tipo de ambientes, ese tipo de situaciones -donde siempre hay una víctima y un victimario- que de hecho se daban en la realidad nuestra. Entonces, los que escribían e imaginaban guiones también pensaban en eso; pero que haya habido la intención de mitificar ¡no! simplemente de producir literatura, de producir poesía, de producir cine. Los que mitifican vienen después, mitifican una época, se habla del "Caliwood". El que inventó o usó esa palabra para caracterizar la realidad fue un exagerado, porque si usted cuenta las producciones de cine que se hicieron en esa época nos caben en estos dedos; allí sí hay una mitificación que viene de la exageración.
M.R/ ¿Y qué consideraciones tienes al respecto de ese mito que se formó alrededor de ustedes?
R.A./ Yo no estoy de acuerdo con la denominación "Caliwood", prefiero la de "grupo de Cali" porque "Caliwood" te da la impresión que es una fábrica de películas semejante a Hollywood. Es razonable decir que la Veracruz, en la São Paulo de los años 50, era una wood, Brasilwood o Saopaulowood, eso si era una producción industrial de películas. Pero acá, que hicimos producciones artesanales, eeehhh, con mucha dificultad se hicieron en esa época 6 ó 7 largometrajes (risas). Eso si es un producto de la mitificación, y uno de los que ayudó mucho a eso –perdón, que esto que no vaya a ser publicado- fue Sandro Romero, porque Sandro Romero sí tenía una fascinación por Andrés, por su literatura, por Luis, por las ideas de Mayolo.
M.R/ ¿El es un poquito menor no?
R.A/ El es menor, claro, él fue un fan, un asistente del cineclub de Cali, y cuando se muere Andrés y Luis comienza a hacer cine y todo, él se acerca mucho a Luis y se vuelve muy amigo de Mayolo y de todos los que estábamos cerca. Pero realmente es de otra generación, sólo que a decir verdad Sandro es un niño precoz… (risas) y escribe bien desde muy temprano, y produce cosas de muy buena calidad desde muy temprano. Se vuelve un especialista en escritura para escribir a dos a manos con gente como Luis, Mayolo o Palau, que no eran propiamente buenos escritores. Luis, a estas alturas, ya tiene oficio de escritor, porque lleva años escribiendo, pero al comienzo no, sus primeras crónicas siempre fueron en compañía hasta que asumió un seudónimo (Norma Desmond) para responsabilizarse de su primera columna.…
Sandro Romero hace parte así de ese grupo de Cali, tal como ustedes lo ven en Valeria, en A la salida nos vemos, en Carne de tu carne, en los créditos de La mansión. Cuando no es actor es asistente o guionista, o sea que él a la vez que ayudó a crear el mito, también actuó en muchas de esas películas primeras que se hicieron.
M.R/ Y como lees tu que nosotros estemos…
R.A/ ¿Ayudando a que el mito no se derrumbe?
M.R/ A que el mito continúe…
R.A/ Me parece chévere que alguien se haya preocupado por indagar que es eso del gótico tropical. Que no quede como una rueda suelta, que se soltó en algún momento pero sobre el que nadie ha teorizado, a excepción de Mayolo, que posterior al subtítulo de la novela de Mutis, “relato gótico de tierra caliente”, se refirió al fenómeno en varios textos, entrevistas y películas. Porque lo que hay que destacar allí es que si usted va estudiar el gótico, el gótico europeo, el gótico como se daba en el momento en que nació, todos esos mismos elementos los puede encontrar aquí, lo único que no encuentra aquí es el invierno, porque los Cárpatos y el castillo, que son elementos espaciales que distinguen el gótico, pero también la arquitectura, lo visual, tienen equivalentes en este trópico, o sea, no sólo es el tipo de historias caballerescas, de la edad media lo que distingue al gótico, sino otras cosas que tienen aquí su equivalencia.
La arquitectura donde estaba el señor feudal, en el caso concreto de Drácula, era el castillo. Allí se concentraba el poder. Acá no hay castillos, pero hay casas de haciendas inmensas, no de varios pisos como el castillo, no de piedra como el castillo, pero si de madera, de adobe, de teja, donde también se concentra el poder. La equivalencia es permisible, es buena, es una equivalencia chévere. La arquitectura, el ambiente a que me refiero en las historias góticas originales tiene nieve, hay caminos con carrozas, bueno aquí no hay nieve, pero hay espesura, hay follaje, hay densidad en la selva y hay caminos con caballos, entonces por eso de alguna manera hay equivalencias. No vamos a ver personajes con abrigos, bufandas y suéteres, pero bueno aquí también hace frío por las noches, porque uno de los ambientes preferidos por el gótico es la noche, la noche es el hábitat natural de los espíritus, de las presencias misteriosas, y las presencias misteriosas siempre son espectros, son cosas que no se revelan completamente. La noche permite mostrar solamente una luz, un rostro, un fragmento del cuerpo ¿no? No estamos a plena luz, la noche la tenemos acá….. entonces estoy tratando de enumerar aquellos elementos que son los mismos. No hay invierno, pero tenemos frío, en Carne de tu carne hay frío, hay gente con ruanas, eso para nosotros es frío aunque no lo sea para los europeos, nosotros ya con 13 ó14 grados decimos que está haciendo frío. Aparte de eso, siempre hay víctimas y victimarios, y las víctimas son casi siempre son personajes femeninos. Los personajes femeninos en las historias originales, la mayoría de las veces son las víctimas y son de alguna manera el personaje puro, el personaje detrás del que hay una gran herencia. Ella es la heredera de algo, y precisamente la persecución, la mayoría de las veces se da es para quedarse con eso no? Para eso el victimario se casa con ella , pero también la martiriza o la trata de borrar para quedarse con la herencia. Pues aquí también se dan ese tipo de relaciones, esos elementos siguen presentes acá, solo que nadie había racionalizado sobre eso, es decir de que aquí había un gótico, ¡claro!, tenemos todos los elementos del gótico, menos el invierno. Entonces lo que tenemos es un trópico, pero no importa que no tengamos invierno, la densidad del invierno, las nubes, porque como siempre esos castillos están en lugares altos con nubes…. pues bueno, aquí hay neblina, y en la película de Mayolo se ve que hay neblina, y los personajes utilizan el follaje para esconderse. Allá eran las tinieblas, o los abrigos, o las capas del conde, todos estos elementos visuales, no sólo la arquitectura; aquí el follaje, el verdor, la neblina, las ruanas, la escenografía, el ambiente.
En Carne de tu carne hay innovaciones, hay transgresiones del gótico original. Esa transformación que tienen los personajes cuando se vuelven vampiros, o mas precisamente, se vuelve ella vampiro y no él; ella que era la tierna, la mujer, se vuelve victimario. Hay una transgresión ahí, se voltea completamente el mito, aunque de todas maneras sigue siendo el personaje femenino la clave de la historia.
M.R/ ¿Qué es lo que hace diferente a que sea una copia inocente de algo ?
R.A/ Bueno, nada en el mundo sale exnihilo, nada surge de la nada. Nadie puede decir que creó, que es el creador absoluto de una cosa, siempre puede encontrarse una referencia anterior, entonces también en los productos de la cultura pasa eso. Hay influencias, se pueden rastrear, hay una veta, una evolución y entonces esto puede ser el caso del gótico, que en algún momento la incursión en el género sigue por un lado, pero la reflexión sobre el género continúa siempre.
No me parece que se trate de una copia. Copia seria una cosa como por ejemplo el western italiano. El western italiano si es una copia del western americano. Porque ellos cogieron los elementos del oeste americano y siguieron haciendo películas que no hablaban propiamente de Italia. ¿Cuál era la referencia? Era eminentemente artística eminentemente cinematográfica, y ellos desarrollaron historias que no necesariamente remitían a la realidad italiana. Esos westerns remitían era al mismo genero western. Allí hay copia, por lo menos formal. Bueno, pero yo no quiero condenar el western italiano, pienso también que ellos fueron creativos en la forma, ellos estilizaron el western de alguna manera. Usted ve el toque italiano que tiene por ejemplo el cinemascope que usaron en sus películas, el toque italiano que tienen los duelos, que tiene la música de esas películas. Hay aportes que de alguna manera alimentaron toda una estilística propia, fue el aporte de Italia al desarrollo del western como género. Aquí con el gótico podría estar pasando lo mismo, con más razones porque no es una copia formal, es un transplante motivado. Digamos que es esta sociedad, este tipo de cultura que hace posible que el género se incruste de una manera adecuada, como un zapato a un pie en donde el dueño de ese pie se siente muy cómodo, es decir, nosotros podemos calzarnos el gótico y nos queda bueno…
(risas)
* la casa en la que creció Ramiro es coincidencialmente la casa donde está Lugar a dudas, donde nos encontramos para entrevistarlo.
Sandro Romero hace parte así de ese grupo de Cali, tal como ustedes lo ven en Valeria, en A la salida nos vemos, en Carne de tu carne, en los créditos de La mansión. Cuando no es actor es asistente o guionista, o sea que él a la vez que ayudó a crear el mito, también actuó en muchas de esas películas primeras que se hicieron.
M.R/ Y como lees tu que nosotros estemos…
R.A/ ¿Ayudando a que el mito no se derrumbe?
M.R/ A que el mito continúe…
R.A/ Me parece chévere que alguien se haya preocupado por indagar que es eso del gótico tropical. Que no quede como una rueda suelta, que se soltó en algún momento pero sobre el que nadie ha teorizado, a excepción de Mayolo, que posterior al subtítulo de la novela de Mutis, “relato gótico de tierra caliente”, se refirió al fenómeno en varios textos, entrevistas y películas. Porque lo que hay que destacar allí es que si usted va estudiar el gótico, el gótico europeo, el gótico como se daba en el momento en que nació, todos esos mismos elementos los puede encontrar aquí, lo único que no encuentra aquí es el invierno, porque los Cárpatos y el castillo, que son elementos espaciales que distinguen el gótico, pero también la arquitectura, lo visual, tienen equivalentes en este trópico, o sea, no sólo es el tipo de historias caballerescas, de la edad media lo que distingue al gótico, sino otras cosas que tienen aquí su equivalencia.
La arquitectura donde estaba el señor feudal, en el caso concreto de Drácula, era el castillo. Allí se concentraba el poder. Acá no hay castillos, pero hay casas de haciendas inmensas, no de varios pisos como el castillo, no de piedra como el castillo, pero si de madera, de adobe, de teja, donde también se concentra el poder. La equivalencia es permisible, es buena, es una equivalencia chévere. La arquitectura, el ambiente a que me refiero en las historias góticas originales tiene nieve, hay caminos con carrozas, bueno aquí no hay nieve, pero hay espesura, hay follaje, hay densidad en la selva y hay caminos con caballos, entonces por eso de alguna manera hay equivalencias. No vamos a ver personajes con abrigos, bufandas y suéteres, pero bueno aquí también hace frío por las noches, porque uno de los ambientes preferidos por el gótico es la noche, la noche es el hábitat natural de los espíritus, de las presencias misteriosas, y las presencias misteriosas siempre son espectros, son cosas que no se revelan completamente. La noche permite mostrar solamente una luz, un rostro, un fragmento del cuerpo ¿no? No estamos a plena luz, la noche la tenemos acá….. entonces estoy tratando de enumerar aquellos elementos que son los mismos. No hay invierno, pero tenemos frío, en Carne de tu carne hay frío, hay gente con ruanas, eso para nosotros es frío aunque no lo sea para los europeos, nosotros ya con 13 ó14 grados decimos que está haciendo frío. Aparte de eso, siempre hay víctimas y victimarios, y las víctimas son casi siempre son personajes femeninos. Los personajes femeninos en las historias originales, la mayoría de las veces son las víctimas y son de alguna manera el personaje puro, el personaje detrás del que hay una gran herencia. Ella es la heredera de algo, y precisamente la persecución, la mayoría de las veces se da es para quedarse con eso no? Para eso el victimario se casa con ella , pero también la martiriza o la trata de borrar para quedarse con la herencia. Pues aquí también se dan ese tipo de relaciones, esos elementos siguen presentes acá, solo que nadie había racionalizado sobre eso, es decir de que aquí había un gótico, ¡claro!, tenemos todos los elementos del gótico, menos el invierno. Entonces lo que tenemos es un trópico, pero no importa que no tengamos invierno, la densidad del invierno, las nubes, porque como siempre esos castillos están en lugares altos con nubes…. pues bueno, aquí hay neblina, y en la película de Mayolo se ve que hay neblina, y los personajes utilizan el follaje para esconderse. Allá eran las tinieblas, o los abrigos, o las capas del conde, todos estos elementos visuales, no sólo la arquitectura; aquí el follaje, el verdor, la neblina, las ruanas, la escenografía, el ambiente.
En Carne de tu carne hay innovaciones, hay transgresiones del gótico original. Esa transformación que tienen los personajes cuando se vuelven vampiros, o mas precisamente, se vuelve ella vampiro y no él; ella que era la tierna, la mujer, se vuelve victimario. Hay una transgresión ahí, se voltea completamente el mito, aunque de todas maneras sigue siendo el personaje femenino la clave de la historia.
M.R/ ¿Qué es lo que hace diferente a que sea una copia inocente de algo ?
R.A/ Bueno, nada en el mundo sale exnihilo, nada surge de la nada. Nadie puede decir que creó, que es el creador absoluto de una cosa, siempre puede encontrarse una referencia anterior, entonces también en los productos de la cultura pasa eso. Hay influencias, se pueden rastrear, hay una veta, una evolución y entonces esto puede ser el caso del gótico, que en algún momento la incursión en el género sigue por un lado, pero la reflexión sobre el género continúa siempre.
No me parece que se trate de una copia. Copia seria una cosa como por ejemplo el western italiano. El western italiano si es una copia del western americano. Porque ellos cogieron los elementos del oeste americano y siguieron haciendo películas que no hablaban propiamente de Italia. ¿Cuál era la referencia? Era eminentemente artística eminentemente cinematográfica, y ellos desarrollaron historias que no necesariamente remitían a la realidad italiana. Esos westerns remitían era al mismo genero western. Allí hay copia, por lo menos formal. Bueno, pero yo no quiero condenar el western italiano, pienso también que ellos fueron creativos en la forma, ellos estilizaron el western de alguna manera. Usted ve el toque italiano que tiene por ejemplo el cinemascope que usaron en sus películas, el toque italiano que tienen los duelos, que tiene la música de esas películas. Hay aportes que de alguna manera alimentaron toda una estilística propia, fue el aporte de Italia al desarrollo del western como género. Aquí con el gótico podría estar pasando lo mismo, con más razones porque no es una copia formal, es un transplante motivado. Digamos que es esta sociedad, este tipo de cultura que hace posible que el género se incruste de una manera adecuada, como un zapato a un pie en donde el dueño de ese pie se siente muy cómodo, es decir, nosotros podemos calzarnos el gótico y nos queda bueno…
(risas)
* la casa en la que creció Ramiro es coincidencialmente la casa donde está Lugar a dudas, donde nos encontramos para entrevistarlo.
Esta entrevista tuvo como motivo principal, una publicación que acompañaría la exposición Gótico Tropical, realizada por Casa Tomada (colectivo hoy ya extinto) en el Museo de Arte Religioso en el año 2007.
Muy explicativa.
ResponderEliminarMuy explicativa.
ResponderEliminarGran aporte, voy a revivir el gótico tropical
ResponderEliminar